Imagina una orquesta compuesta por distintos grupos de instrumentos…
A un lado los de cuerda con sus violines, violonchelos, contrabajos, el arpa o el piano. Al otro los de viento, con las flautas, oboes, clarinetes y saxofones. Al fondo instrumentos de metal con las trompetas, trompas y trombones y, por último, los de percusión con timbales y platillos. Imagina la música de todo el conjunto sonando de forma sincronizada dirigida por un director de orquesta.
Éste es el funcionamiento que intentamos que se produzca en el Milagro, con sus imperfecciones, porque la Naturaleza nunca es perfecta, pero sí es el gran director de orquesta que tiene a sus instrumentos de cuerda en la ganadería, a los de viento en la agricultura, a los de metal en el suelo y a los de percusión en las praderas. Todos ellos dentro de ese gran teatro que es la Granja, donde cada cosa está en su sitio para que el resultado de la función nunca deje de sorprenderte.
La música que suena en El Milagro queremos que te evoque sorpresa, ilusión, mimo, sabor, bienestar y autenticidad.
En El Milagro solo creemos en lo auténtico.